La única conexión del ex–agente singular Cha Tae-sik con el planeta es una pequeña que vive cerca de su casa. La madre de la pequeña trabaja para una organización mafiosa que se dedica al tráfico de drogas y le confía a él la mercadería. Cuando los traficantes se dan cuenta, raptan a la madre y a la pequeña. Además de esto, confunden a Tae-sik con un camello.